El sábado 22 de febrero, dos trabajadores de la SAT se montaron sobre la rampa del Transmetro en la Aguilar Batres con una camioneta blindada, ha habido hermetismo, pero el piloto del vehículo contó su versión de los hechos.
Era una noche normal de sábado. Varias personas esperaban en la estación del Transmetro ubicada en la Aguilar Batres, zona 11; pero la tranquilidad se vio interrumpida cuando el conductor de una camioneta blindada irrumpió en el lugar al subirse en la rampa de la estación del Trébol.
El conductor trata de retroceder, pero segundos después comienzan a escucharse varias detonaciones con arma de fuego, así que se adelanta y de nuevo se sube a la rampa. Sin embargo, no logra pasar y vuelve a retroceder.
De inmediato se escuchan más disparos, se trata de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) que buscan impedir que el piloto huya, pero este llega a la intersección y acelera, provocando una persecución que terminó en la 20 calle y 1a. Avenida de la zona 1. El incidente quedó grabado en un video que fue publicado en las redes sociales, donde se hizo viral.
Se reveló que la camioneta blindada que estuvo en el incidente pertenece a la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
Mientras que piloto y tripulante también eran trabajadores del ente recaudador y fueron identificados por la PNC como:
Oswaldo Feliciano Orozco, quien supuestamente conducía el vehículo
José Ovidio Reyes García
Ambos laboraban como «Técnicos de Seguridad Ejecutiva», es decir, guardaespaldas de personas de alto rango dentro de la SAT, entidad que guardó hermetismo y se limitó a indicar que los hechos serían «investigados para aplicar correctamente los reglamentos internos» contra los involucrados.
En varias oportunidades, se consultó sobre el avance del proceso en SAT, pero no se daban explicaciones al respecto, tampoco hubo información detallada de los hechos o razones por la que los empleados conducían un vehículo blindado al momento del incidente, pues la PNC afirmó que ambos se conducían en estado de ebriedad.
Rompe el silencio
Sin embargo, se logró contactar a uno de los tripulantes de la camioneta blindada, se trata de José Ovidio Reyes García quien brindó detalles sobre lo que ocurrió esa noche.
Antes que nada, el entrevistado comentó que el parte policial es erróneo y consigna «mucha información que no ocurrió» empezando porque quien iba conduciendo era él y no su compañero: Oswaldo Orozco.
«Veníamos de finalizar labores. Siempre utilizamos el carril del Transmetro y me equivoqué. Sí me metí a la rampa, tuve que haberme salido, pero me desoriente y seguí recto», detalló.
Según su versión, al percatarse de su error, comenzó a retroceder, pero los agentes de la PNC les comenzaron a disparar.
«Me asusté y sólo pensé: ‘Púchica y esos locos qué’, pero cuando venía, se me dobló el retrovisor que estaba de mi lado y no miraba bien, entonces, cuando comencé a retroceder me costó un poco y no pude salir rápido y me dije: ‘Aquí no voy a parar, porque si abro la puerta me meten un balazo, mejor sigo’ y seguí», narró.
En ese momento le dijo sus planes a su compañero y él coincidió, así que decidieron continuar la marcha, mientras que eran perseguidos por agentes de la PNC y de la Policía Municipal de Tránsito (PMT).
«Al ver lo que estaba ocurriendo me puse a pensar que si seguía, más adelante me iban a cruzar otras autopatrullas y el problema se iba a hacer más grande, así que paré», dijo.
“Nos estaban disparando, así que decidí continuar la marcha para salir del área de conflicto. Si en ese momento decido parar y abro la puerta, me matan. Ellos no iban a dejar de disparar. Lo importante era salir de la zona de conflicto, sabía que tenía que parar, pero no ahí, porque me seguían disparando”
José Ovidio Reyes García, piloto de la camioneta blindada de SAT
Agregó: «Cuando abrí la puerta me sacaron los policías a empujones, a puras patadas, manotazos y hasta jalones de pelo y me engrilletaron y ya no nos permitieron acceder a ninguna pertenencia. Yo les dije: ‘Muchá, por qué me tratan así si yo soy trabajador del Estado igual que ustedes’, pero nos metieron a la patrulla y nos llevaron a la comisaría».
Continuó con su relato: «Ahí nos tuvieron como una hora, pero cuando se dieron cuenta de todo lo que habían hecho, de sus metidas de pata y de todo el escándalo, comenzaron a armar caso», eso aún cuando no había sido llevados a Torre de Tribunales, según el piloto.
Según el parte policial, los tripulantes de la blindada habían respondido el fuego y les dispararon en varias oportunidades a los agentes. Reyes García reconoció que iba armado y que, al momento de su detención, llevaba dos licencias de portación de arma de fuego, una personal y la otra de la SAT, pero rechaza haber disparado.
“¿Cómo íbamos a dispararles si íbamos dentro de la camioneta blindada donde no se pueden ni bajar las ventanas? Nosotros no disparamos en ningún momento, aunque el informe de la policía diga lo contrario”
José Ovidio Reyes García, piloto de la camioneta blindada de SAT
«Dijeron que no cargaba licencia de portación, pero ni siquiera nos dejaron indentificarnos. Mis papeles se quedaron en un chaleco dentro del carro y no nos dejaron sacar nada. Dijeron que llevaba la pistola en las piernas y que la tiré atrás, pero iba en la guantera y que el otro compañero iba manejando, pero el carro lo conducía yo. Ellos (los policías) estaban armando su caso», reprochó.
«Me pusieron carencia de licencia de portación, que iba en estado de ebriedad o de otras sustancias ilegales. No había ningún delito, no tenían nada. Lo único que hice fue subirme a la rampa del Transmetro por un error humano. Ellos, en cambio, nos dispararon sin más», manifestó.
“La gente huye cuando lleva algo ilícito, pero nosotros huimos porque nos estaban disparando, queríamos salir de ahí para identificarnos más adelante y eso fue lo que hicimos. Donde paré hay cámaras, ahí está todo registrado”
José Ovidio Reyes García, piloto de la camioneta blindada de SAT
Después de una hora de espera, ambos detenidos fueron llevados a Torre de Tribunales, donde Reyes García fue absuelto del cargo de portación ilegal de arma de fuego, tras demostrar que llevaba sus documentos. Aún está pendiente de solventar el estado de ebriedad, pues se rehusó a que le practicaran una prueba de alcoholemia.
«Yo me rehusé, porque me percaté que estaban armando caso y pensé: ‘Si me hago la prueba de alcoholemia o de drogas, van a querer hacer algún montaje’, capaz me ponían que yo iba drogado», explicó.
Guardaespaldas del Intendente de Aduanas
«Yo estaba asignado al Intendente de Aduanas», respondió. Ese cargo lo ocupa Edwin Orlando Curtidor Juárez, quien fue nombrado en julio de 2024, según los registros de la SAT.
Reyes García comentó que la camioneta blindada que cargaban el día del incidente, no es el vehículo asignado a Curtidor, ya que la titular que utiliza el Intendente de Aduanas se encontraba en el taller para efectuar servicio de rutina, por lo que tenían un «vehículo prestado».
¿De dónde venían y qué hacían a esa hora?
«Veníamos de unas diligencias y todavía teníamos que ir a hacer un mandado ahí por el Naranjo», fue la primera respuesta del piloto de la camioneta blindada de la SAT.
Más tarde explicó que a eso de las 13:00 horas de ese sábado, fue a dejar a su «VIP», es decir, al Intendente de Aduanas, al aeropuerto, porque saldría de viaje a Europa y su vuelo estaba programado para las 16:00 horas.
Pero, «aunque ellos no estén, le piden a uno a hacer mandados».
¿Qué tipo de mandados?, se preguntó.
«Ello siempre lo dejan asignado a uno a la familia. Nos piden que hagamos mandados personales o para sus familiares. Todas esas cosas no son actividades de SAT, pero las tenemos que hacer», detalló.
“Nos dicen: ‘Vos, andá a traer a mi hija a tal lado; vos, andá a dejar a mi mujer’. Inclusive, tal vez ni familia de ellos es, pero nos dicen: ‘Vos, andá a mover a tal y tal’. Ellos ni sus familiares son, pero sí sus allegados o mejor dicho, sus allegadas. A uno lo toman como si fuera parte de las actividades de ellos”
Llevarlos a gimnasios y bares
Reyes García contó que le ha tocado estar con funcionarios en SAT que, por ejemplo, empiezan su jornada en el gimnasio a las 5:00 de la mañana, luego van a desayunar, se van a sus labores y después a las discotecas o bares de renombre, donde terminan a las 3:00 o 4:00 de la mañana del día siguiente.
«Tenemos que acompañarlos y carrocearlos por todos lados. El horario de cuidar funcionarios no tiene límite, con suerte termina uno a las 7 u 8 de la noche. Y cuando nos mandan con familiares, allegados o allegadas, a veces piden ir a fiestas y regularmente se van en horas de la madrugada», dijo.
Los dejaron solos
Reyes García cumpliría en mayo 11 años de trabajar en SAT. Previo a lo ocurrido no había tenido ningún otro problema de gravedad, por el contrario, aunque no tenía el cargo como tal, prácticamente se hacía cargo del departamento de seguridad, debido a que sus compañeros confiaban en él y lo buscaban para resolver y coordinar, comentó.
Sin embargo, luego del incidente se sintió obligado a renunciar, no sólo por la actitud laboral que tomaron sus superiores y las autoridades de SAT, sino porque los «dejaron solos».
«Llegamos a Torre de Tribunales (el sábado 22 de febrero) a eso de las 11 de la noche. El domingo (23) llegó una abogada de SAT, pero sólo le interesó saber qué había ocurrido con la camioneta. Me dio a entender que ella iba por la camioneta y no por nosotros», narró.
El conductor de una camioneta intentaba ingresar a la rampa de la parada del Transmetro ubicada en El Trébol, zona 11, calzada Aguilar Batres.
Agentes de la PNC accionaron sus armas contra el vehículo, pero fue en vano. Tras una persecución, lograron detener a los responsables. pic.twitter.com/crdxii1BLn
— InfoGT_Noticias (@infogt_noticias) February 25, 2025
Su compañero, Oswaldo Orozco salió de la carceleta ese domingo en la noche y lo llamó el Gerente de Seguridad Institucional de SAT (el cargo lo ocupa William René Argüello Dávila) y, según Reyes García, sólo le preguntó por el paradero de la camioneta y acotó: «A mi lo que me interesa es dónde está la camioneta, ustedes si quieren púdranse allí».
«Humanamente nunca nos preguntaron: ‘¿Usted cómo está? ¿Los golpearon? ¿Ya tienen abogado?’ No, nada de eso, sólo querían saber dónde estaba la camioneta, porque a ellos lo que les preocupaba era la imagen de su jefe… ellos no ponen el pecho por uno. Me pude haber quedado ahí. No he conocido a alguien que se preocupe por el piloto o la seguridad», lamentó.
Reyes García salió de la carceleta el lunes 24 de febrero a eso de las 7 de la mañana, gracias al abogado que su esposa contrató. De inmediato llamó a su jefe para comentarle que ya estaba afuera, pero le pidieron que se presentara hasta el día siguiente.
“ La respuesta que me dio fue: ‘Usted no vaya a llegar a la institución porque no lo quieren ni ver’ y me dijo que llegara hasta el martes a las 8”
«Cuando llegué el martes me pegaron una encerrona donde me dijeron que a ellos les interesaban los bienes y querían que yo les explicara qué estaba haciendo el día del incidente, pero les dije que esos detalles los iba a utilizar en mi defensa durante el proceso disciplinario», contó.
Ya no está en SAT
Al principio el piloto de la camioneta blindada había pensado someterse al proceso disciplinario, pensando en que sus explicaciones serían tomadas en cuenta y se analizaría el caso de manera objetiva, pero con todo lo que vivió, optó por buscar asesoría jurídica.
«Me recomendaron renunciar. Las medidas presión y la marginación que hubo después del incidente, fueron más que obvias, me estaban obligando a dejar mi puesto», detalló.
Por el contrario, su compañero Oswaldo Feliciano Orozco decidió quedarse y pelear su plaza a través del procedimiento disciplinario. Aunque ya tuvo sus audiencias de pruebas de descargo, su situación dentro de SAT aún ha llegado a término, por lo que desconoce si recibirá una sanción como suspensión de labores sin goce de salario por algunos días o será destituido.
No obstante, fue relegado del puesto de seguridad a personalidades de SAT y ahora está como guardia uniformado y sin arma de fuego, resguardando oficinas tributarias en un centro comercial.
Fuente: Soy502