Mario Taracena llegó al Congreso como diputado a los 26 años, ahora, a sus 66, se retira tras lo que calificó como «una nueva traición». Esta es la segunda parte de la entrevista realizada al legislador.
Luego de anunciar su retiro de la polÃtica, después de que ningún partido polÃtico lo incluyera en sus filas como candidato, el diputado Mario Taracena habló con Soy502 de su larga trayectoria polÃtica y sobre el «deterioro» que ha sufrido el Congreso y las formas como ha sido capturado por la corrupción y el narcotráfico.
«Hay una gran cantidad de gente torcida y el nuevo Congreso tendrá más. Es preocupante, porque no sólo hay corrupción, sino que también muchos narcotraficantes… sin olvidar que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) está pisteado», dijo como un entremés lo que estaba por contar.
¿Cómo se maneja el Congreso? Se habla de corrupción, transas, narcotráfico, negocios oscuros…
Eso no nació espontáneo, fue poco a poco. Yo dirÃa que cuando salió el 8% Constitucional empezaron a haber algunos diputados que se metieron en ese mundo.
El que más recuerdo es Edgar Obdulio «Lulo» Chinchilla Vega. Comenzó a negociar con alcaldes, poner adoquÃn, como que empezaban a hacer sus primeros tiritos sondeando a ver de qué se trataba. No era como ahora, eran diputados que tenÃan una empresa o dos.
Pero. lo que más afectó fue la presión de los pueblos. Ya no era buen diputado el que hacÃa leyes, sino que el llevaba obras al interior. Esa transformación hizo un daño terrible, porque el diputado en su legÃtima intención por reelegirse, ya no decÃa: ‘Hice esta ley’, sino que: ‘Traje esta cancha de fútbol o este Centro de Salud’.
Entonces, comenzó la presión del diputado por obras. QuerÃan tener injerencia en las obras que se harÃan en sus comunidades, pero no se conformaron.
Diputados son «empresarios y constructores»
Según Taracena, todo inició en la administración del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), quienes al ver la presión de los diputados, crearon e impulsaron en el Congreso la creación de los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural (Cocodes), pero «ellos mismos deformaron la ley».
«El diputado no estaba representado. No tenÃa ninguna injerencia o influencia en los Consejos… comenzaron a darles el poder de elegir a los lÃderes comunitarios como los Gobernadores, los directors del Hospital de su comunidad, del jefe la policÃa», detalló.
Fue asà como «se dieron cuenta que al manejar al Gobernador, tenÃan injerencia para definir la obra… entonces, los diputados llegan al extremo de poner sus propias empresas. Ya no eran intermediarios, sino que empresarios y constructores. De los 50 diputados que tenÃa el FRG, 45 tenÃan empresas», detalló.
«Para mi, el FRG es lo peor que le pasó al paÃs. Hicieron mucho daño. Todo lo hicieron pedazos, hasta lo que ellos crearon, lo destruyeron o lo torcieron», comentó Taracena.
A decir del diputado, los diputados eferregistas, con el aval de EfraÃn RÃos Montt, convirtieron las obras públicas en «un negociazo». «Presionaban por obras, las construÃa sus empresas, quedaban bien con la población para reelegirse y todavÃa le ponÃan su nombre», subrayó.
Fuente: Soy502