La mujer guatemalteca «Pepita» que murió y avisó que si existe el infierno a su amigo

Guatemala

En ese mismo lugar, donde descansa la “La Niña de Guatemala”, también reposan los restos de María Josefa Granados de Saborío, cariñosamente conocida como “La Pepita”, cuya historia es igual o más inquietante.

“María Josefa Granados de Saborío, conocida como ‘La Pepita’, compartía una relación de amistad y compañerismo con el célebre poeta José Batres Montúfar. Ellos compartían un gusto muy peculiar: les encantaba el tema del espiritismo y de lo paranormal. Les ‘mataba’ la curiosidad de lo que podía pasar después de la muerte”, comenta Gustavo.

“¿Cómo es el infierno?”

“Entre ellos llegaron a un acuerdo: el primero de los dos que muriera se le iba a aparecer al otro para decirle cómo es el infierno”.

“Lo curioso es que se referían al infierno, no al cielo”, bromea Gustavo. “José Batres Montúfar murió en 1844, y la historia dice que ‘Pepita’ pudo verlo, y este le confirmó: ‘Sí existe el infierno’. Lo peculiar es que, después de esto, María Josefa Granados de Saborío cambió su forma de ser y pasó a ser una persona más piadosa, hasta que finalmente falleció, cuatro años después, en 1848”, relata.

Por su parte, Gilberto resalta un impresionante fenómeno registrado por el equipo en ese lugar. Al utilizar el ‘Ghost Meter’ (un aparato que detecta campos electromagnéticos y los interpreta con un medidor de aguja), y preguntarle a doña ‘Pepita ‘si se encontraba con José Batres Montúfar, este comenzó a marcar, sin ser manipulado, cambios bruscos en el ambiente, llegando a pasar de 0 a 1,121 en cuestión de segundos.

“Es la temperatura del infierno”, bromean ambos. “Pienso que algo se acercó al aparato. Nosotros no lo tocamos y de pronto el campo magnético se incrementó. Me quedé asombrado”, añade Gilberto.

Fuente: emisorasunidas.com