La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado la forma en que interactuamos con la tecnologÃa, desde la generación de textos hasta la creación de imágenes en estilo Studio Ghibli. Sin embargo, detrás de esta innovación se esconde un problema ambiental alarmante: el consumo desmesurado de agua potable.
Estudios recientes de la Universidad de Colorado Riverside y la Universidad de Texas Arlington revelan que generar una sola imagen con IA puede consumir entre 2 y 5 litros de agua, dependiendo del nivel de energÃa requerido para mantener los servidores refrigerados. Para 2027, se estima que la IA podrÃa consumir hasta 6,600 millones de metros cúbicos de agua, equivalente al consumo anual de un paÃs como Reino Unido.
Además, no solo la creación de imágenes es preocupante, sino también la generación de textos. Un informe destaca que producir un texto de 100 palabras con IA puede requerir hasta medio litro de agua potable.
El Informe Ambiental de las Naciones Unidas advierte que casi dos tercios de la población mundial ya enfrentan escasez de agua, lo que podrÃa agravarse si el consumo por parte de la IA sigue en aumento.
El uso de agua salada no es viable, ya que su alto contenido de minerales provoca corrosión en los sistemas de enfriamiento. Ante esta crisis latente, es crucial reflexionar sobre el impacto de la IA en el planeta y buscar alternativas sostenibles para mitigar su huella ecológica.