La noche del sábado se registró un accidente de tránsito en el kilómetro 145 de la ruta de Nahualate a Chicacao, en Suchitepéquez. Los cuerpos de socorro acudieron al lugar para brindar asistencia.
Durante la intervención, Jenifer Sucely Mejía Figueroa, bombera voluntaria de San José El Ídolo, vivió uno de los momentos más desafiantes de su vida al reconocer que la persona involucrada en el incidente era su futuro esposo, Douglas Seberany Marroquín Ruíz, de 30 años.
Este tipo de situaciones pone a prueba no solo la fortaleza emocional de los socorristas, sino también su compromiso con la labor de servir a los demás, incluso en las circunstancias más dolorosas. «Nos preparan para salvar vidas y brindar apoyo moral a los afectados, pero nunca nos enseñan cómo afrontar situaciones en las que un ser querido se ve involucrado», expresó un compañero de la institución, quien ofreció palabras de aliento a Jenifer.
El trabajo de los cuerpos de socorro no solo implica atender emergencias, sino también enfrentar los retos humanos que estas situaciones conllevan, mostrando una admirable capacidad de resiliencia ante la adversidad.
Fuente: NOTIGUATE
