El 10 de noviembre, un ataque armado en el kilómetro 29 de la ruta Interamericana, en San Lucas Sacatepéquez.

Resultó en el fallecimiento del agente de la Policía Nacional Civil (PNC) Edwin Josué Calderas Marroquín, quien estaba asignado a la comisaría 11. Según informes preliminares del Ministerio Público, el agente fue interceptado por individuos que aparentemente lo seguían y que dispararon en repetidas ocasiones.

En la escena del incidente, fiscales del Ministerio Público hallaron 28 casquillos de bala, lo que refleja la gravedad del suceso. Las investigaciones apuntan a que el ataque fue premeditado, y los agresores habrían vigilado previamente al agente.

La comunidad de San José Buena Vista, Jutiapa, de donde era originaria la familia Calderas Marroquín, expresa su pesar por la pérdida del agente. Vecinos y familiares hacen un llamado a las autoridades para esclarecer el caso y localizar a los responsables.

Este trágico hecho subraya el riesgo que enfrentan los agentes policiales en su labor de proteger a la ciudadanía y ha generado una oleada de consternación y solidaridad en la comunidad.